coplas
....coplas para la vida de mi madre
I
Desteje el karma y oxida
oliva el sexo et divierte
chamuyando
cómo se borra la huida,
cómo remuerde la suerte
tan ladrando;
cuán sordo se va el hacer,
cómo, después de maullado
da temor;
cómo, a nuestro descoser,
cualquier eco pensado
fue mejor.
II
Pues si vemos lo evidente
cómo este ojo florido
ha inundado,
siluetando sabiamente,
daremos lo no fingido
por pagado.
Non se escriba nada, no,
soñando que ha de soñar
la vida entera
más que lo que ya soñó,
pues el sueño ha de soñar
de igual manera.
III
Nuestras uvas son mil líos
que van a dar al azar,
qu'es el vivir;
allí van todos los fríos
derechos a se quemar
et resumir;
allí los fríos iguales,
allí las trémulas manos
de los ricos,
sincopados, son caudales
murmurando muy urbanos
villancicos.
IV
Dexo las provocaciones
de las infames grietas
sinsabores;
non curo de sus dragones,
que traen yerbas poetas
sus amores.
Aquéllo sólo me crujiendo,
Acuesto sólo lato yo
en brevedad,
que en este mundo muriendo,
el mundo nos rechistó
su verdad.
V
Así siendo es nuestro trino
para el ojo, qu'es mirada
sin errar;
mas cumple beber buen vino
para andar esta jornada
sin pesar.
Partimos cuando freímos,
andamos mientras morimos,
e fluimos
al tiempo que confluimos;
assí que cuando acrecimos,
desunimos.
VI
Este cuerpo es suave sed
si desconfiácemos dél
como creímos,
porque, según nuestra sed,
es para perder aquél
que perseguimos.
Aún lo que sobra al árbol
para elevarnos al suelo
descendió
a sufrir por tanto mármol,
y al reír en este cielo
descreyó.
VII
Si fuesse en nuestro jugar
hazer la vida jugosa
y carnal,
sabríamos hoy apechugar
la vida más hermosa
y umbilical,
¡qué intelijensia cautiva
urdiéramos cada hora
e tan guaranga,
compondríamos la cursiva,
dexándonos toda aurora
en burundanga,
VIII
Ved de cuán hosco tambor
son las personas que odiamos
y aterimos,
que, en el presente mejor,
aun primero nos plegamos
que sufrimos.
Quejas calla ebriedad,
llantos allí castrados
ensordecen,
horas, que en su agilidad,
por los más rancios mercados
amanecen.
IX
Dezidme: La ternura,
la gentil apertura y ñoñez
de la máscara,
la sabor et la cordura,
después de mejor tal vez,
son pura cáscara
Las sañas et la aspereza
e la fuerça electoral
son finitud,
todo se torna corteza
cuando abisma la craneal
esclavitud.
X
Pues el hambre de los loros
y el bagaje e la tristeza
tan deicida,
¡por cuántas vías e poros
se pierde su grand crudeza
en esta ida!
Unos, por tan poco tener,
por más laxos e fruncidos
que los truenen;
otros que por non saber,
con agujeros desuncidos
se entretiennen
XI
Los ayeres e dolores
desta vida desarmada
que hoy fumamos,
non son sino fiadores,
de la suerte, desnudada
que cobramos.
Non dudando del engaño,
reímos a pata suelta
sin rimar;
el sol es un dios tacaño
e ilumina pena incierta
sin quemar.
XII
Dexemos a los romanos,
que sus fiestas non vivimos,
ni sus orgias;
dexemos a los crestianos,
pues apenas consentimos
su mesías;
non curemos de perder
lo d'aquel oído adecuado
que fue oír;
vengamos a hoy renascer,
que será muy asexuado
convivir
XIII
Ansí, con tal descender
tantos ombligos hermanos
abestiados,
van a desaparecer
y de sus nubes e gusanos
delicados,
darán el asma a quien aire dio
(el cual la ponga en el ciego
sin memoria),
que aunque la muerte perdió,
dexónos escrito tan luego
nuestra euforia.
XIV
Nos regala sueño de oro
el día con santa fiereza
en la astilla;
padre de verso indoloro
ganando tibia justeza
alcantarilla;
y en la sangre que soñó,
cuántos duelos e capullos
se dijeron;
por quien insomnio durmió
como tumba a sus meollos
balbucieron...
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